sábado, 23 de abril de 2011

Qué bonita...

Qué bonita me haces la vida...!
Qué equivocada estaba cuando me mostraba tan segura con aquello de que a mi la vida ya no podía sorprenderme mucho más... Se siente una tan mayor cuando dice eso...
Y en qué poquito se me rompieron todos los esquemas y tuve que empezar de cero; o al menos, planteármelo.
De repente me había tomado aquella pastilla azul y el viaje acababa de comenzar. Lejos de leyendas urbanas, por aquello de las resacas, yo sigo de viaje y cada día disfruto de paisajes nuevos, de cuestas arriba y cuestas abajo, de amaneceres y atardeceres que no entienden de ayeres y mañanas; de sobremesas cargadas de besos a escondidas y abrazos consentidos... De tardes de café de cebada en algún río seco, inventándonos la vida. Cada día que pasa es una nueva aventura en la que lo más dificil no es dejarse llevar. Y me gusta que me lleves de la mano porque así llevo como más aire en los pulmones... Me gusta que seas tú, con-migo; que sea yo, con-tigo; que todo lo que tenga que pasar podamos conjugarlo en primera persona del plural, que después de ti la cosa ya podría ponerse fea. O, tal vez, ni se pondría.
Hay que ver, que me di de bruces con alguno de mis principios y ahora pienso que es una de las cosas más bonitas que he hecho por mi, por ella y por el mundo.
Que ha sido todo tan bonito... que es todo tan bonito... me hace tan bonitas las cosas... Me hace tan bonita la vida...
Y por eso le debo tanto. Porque sólo con quererme como me quiere, por mirarme como me mira, por besarme como me besa... sólo por ser, por estar, me siento en deuda con ella.
Siempre he pensado que yo no era de este planeta. Siempre me he sentido un poco sola en ese sentido; tan rodeada de gente y tanto silencio en el fondo...
Ahora sé que no estoy sola. Y el precio de la soledad, amigos míos, puede ser la misma cordura.
Entendéis, ahora? Que le debo la vida.


Gracias :)

jueves, 14 de abril de 2011

Lo que no se puede ver con los ojos...






Lo que no se puede ver con los ojos, sino lo que permite que el ojo vea: debes saber que sólo eso es Brahma el Espíritu, y no lo que la gente de aquí adora.
Lo que no se puede oir con los oídos, sino lo que permite que el oído oiga: debes saber que sólo eso es Brahma el Espíritu, y no lo que la gente de aquí adora.
Lo que no se puede pensar con la mente, sino lo que permite que la mente pueda pensar: debes saber que sólo eso es Brahma el Espíritu, y no lo que la gente de aquí adora.


Kena Upanishad.


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