Lucha de gigantes

Cuántas veces antes yo soñé que me pasaba... que el volante de mi coche sólo giraba
hacia la derecha. Y corría, y corría... pero no llegaba a ninguna parte.
Pero ya sabía dónde estabas...
y cada semáforo, sólo conseguía desquiciarme un poco más.
Otro rojo. Otra vez impar.
Y en cuántos kioscos me dejé lo suelto, comprando periódicos que sólo me servían, entre tanto, para empapelar las ventanillas y no ver más de la cuenta.
Dónde estabas que yo no te quise ver?
Y ahora lo tengo tan presente... tan delante de mi, tan en frente... tan en el centro que a veces no sé si me muevo yo o se mueve el mundo por mi.
Dónde estaba yo? En qué mes se me ocurrió a mi cumplir los veintidos?...
Yo ya no lo sé... Que esto es una lucha de gigantes y que al final no sé si voy a querer perder.
Dímelo tú...
Que de tanto hacerme la tonta al final me lo voy a creer... y voy a terminar por desconectar el chip de la inteligencia emocional, pero de verdad! A ver si así se calman los monstruos que tantas veces ni si quiera me dejan hablar.


Te echo de menos... ya ves...