viernes, 15 de octubre de 2010

Cuánto me gustaría...

Cuánto me gustaría ahora volver a ver aquellas mariposas azules que se me posaban en los brazos al mirarte...
Pensar en todo aquello que pudo ser y no fue y que tanto me ha castigado los principios.
Cuánto me gustaría ser un poco más delincuente... Y ganarme a pulso, y de verdad, una pelea de esas de por la calle que acaban saliendo en las noticias.
Cuánto me gustaría que después de todo nadie sufriese.
Y que si nunca llueve a gusto de todos a mi es que me da igual; no soy de paraguas.
Cuánto me gustaría poder entender las cosas que a mi nunca me pasan.
Y que al hablarlas no se me derritiese la boca pidiendo tantas treguas.
Ay...
Cómo me gustaría no entender de versos... Y dejar de sumar pronombres y restar sufijos...
Cerrar aquellos libros que no pudimos terminar y abandonar su suerte al polvo de cualquier estantería... Teniéndolos a la vista, eso sí, como especial recordatorio:
"Yo, hace tiempo...".
Cómo me gustaría cambiarme de momento. Y saltar los días y las horas... disfrutar de ese intento de supervivencia que supone ir(se) a la deriva.
Tiene gracia.
Hay que ver cómo me gustaría saber que todo lo que pienso no es más que un error de cálculo... Que al final va a ser verdad eso del apego...
Cuánto daría por cambiarlo todo...


1 comentario:

Unknown dijo...

ya lo estás cambiando todo :) poco a poco... el apego, si se admite analizándonos a nosotros mismos desde fuera, se puede evitar del todo, supongo que solo hay q ser fuertes y no caer en él... nos toca vivir esta época chiqui :) así que adelante! al vacío vamoooos!