domingo, 21 de diciembre de 2008


Esta noche he dormido fatal... Anoche comí algo que me debió sentar realmente mal y me he pasado horas dando vueltas en la cama con un dolor de tripa horrible.

Mi manía de compartir mi comida con mis perros implica que uno de ellos está malito también.

Mi pequeña Noah... Ella es la alegría, el nervio y el coraje de mi casa y de mi vida; y hoy está apagadilla, con dolor de tripa también...

Sin apenas fuerzas, me he pasado la noche acariciándola para que se relajase... tiene algo de fiebre y vomita.

Nada más levantarme, bajé las escaleras y me arrastré como pude hasta la cocina. Hice un buen cazo de tila con manzanilla, destemplé un vaso y se lo puse a mi enana al lado de donde duerme.

Ni lo ha probado. Creo que no tiene ganas ni de levantarse.

Cada vez que finalizo una frase, que pongo un punto o una coma, me giro y la miro. Duerme, aunque a veces me intuye, abre los ojos y me mira. Quiero pensar que para tranquilizarme.

Ahora llegarán mis padres y se llevarán a los otros tres al campo, que corran y foguen, y así me quedo yo con Noah, más tranquilitas, ambas dos.

A pesar de la guerra que da, de las cosas que ha roto a lo largo de su corta existencia, las carreras que me hace pegar detrás suya, ... cuando la miro me transmite un sentimiento de paz y de bondad infinito...

Es mi princesa, mi chica, la niña de mis ojos. Mi rubia.

Y reconozco que verla sufrir anula mi dolor físico para activar el psíquico de una manera bestial.

Daría todo lo que estuviese en mi mano para que no tuviese que sufrir lo más mínimo.

Me supera.



Hoy tengo la inspiración a la altura del tobillo izquierdo... Ni fuerza, ni brillo, ni ganas, ni luz.

Os dejo con una canción que consigue dormir a super Noah cuando se la toco al piano... :)

http://es.youtube.com/watch?v=AOml0VjRTZw

No hay comentarios: