lunes, 16 de mayo de 2011

Todo está bien en mi mundo!

Me miré las palmas de las manos. Pasó un rato largo, no sabría decirte cuánto. Me gustaba aquella imagen y la paz que alcanzaba sólo mirando, mirando mis manos y entendiendo cosas que ahora soy incapaz de explicar.
Después de unos días aquí, tomé la costumbre de bajarme a la calle un rato, después de mi cena y de mi inyección de vitaminas. Portasueros en mano, esperando ascensores, con mi mp4 por bandera y una tímida sonrisa que tenía muchos más cojones que la mayoría de la gente con la que casi me iba tropezando por el camino.
Me gusta sentarme en unos escalones descendentes; en el segundo, concretamente. Apoyo un poco la espalda en la pared y veo la luna. Sólo miro al cielo. Y mucha gente me mira con cara de compasión, de tristeza, de pena, a veces de duda y confusión y muy pocas con cara de alegría. Yo sonrío siempre y pienso que todo está bien en mi mundo.


Todo, todo, todo está bien en mi mundo.



Namaste.

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