lunes, 2 de agosto de 2010

In my place

Tiene gracia. Yo me preguntaba por qué hablaba últimamente tanto de las cegueras universales... sin darme cuenta de que la mayor ciega de todos era yo.
No tengo palabras que decir... se me ha olvidado cómo construir un verso... mis canciones se han quedado sin letra... Y lo cierto es que no me gusta coger las de los demás.
Qué me está pasando?.
Sea lo que sea, hoy toca su fin.
Que sí. Que estoy destrozada. Que esto sólo lo leéis unos pocos y el que no lo lea ni se enterará porque, digan lo que digan, siempre seré buena actriz.
Hacía tiempo que no lloraba. Demasiado, tal vez. Ahora me siento un poco más libre.
Sabía que hoy pasaría. Sabía que hoy sería el día D y que todo, después de esto, sería diferente. De hecho, yo ya lo soy.
No voy a negar que me quedo con las santísimas y merecidas ganas de partirle a alguien la boca - no es mi estilo, ya, pero quien esté libre de pecado... - pero esto va a ser lo último que no haga pensando en mi. Esto no lo hago por mi. Que quede claro.
Podéis juzgarme. Podéis meterme en algún que otro saco más y tirarme al cubo de vuestras basuras. Me da igual. Ahora ya me da igual.
Estas cosas me han pasado y me pasarán siempre. Tengo que aprender a convivir con ellas.
Asimilar. El verbo del día. De los meses y del tiempo. Tan grande todo... y yo tan pequeña.
Hoy no tengo ganas de metáforas, ni de rimas... hoy no tengo ganas de seguir dándole vueltas a la misma esquina de siempre. Hoy quería irme lejos y me he ido. Y, por dios, nadie sabe lo bien que sienta pisar el acelerador cuando una necesita distancia.
Tampoco me apetece ponerme a sacar conclusiones. Para qué? No tiene sentido y en realidad nunca lo tuvo.
Me pudieron, como siempre, las ganas.
Mañana será un día diferente. Será el comienzo del fin de muchas cosas y el comienzo raso de otras.
De todas formas... algo tenía que pasar. Yo por cobarde, como siempre, sin ser capaz de hablar de lo que realmente importa.
Se acabaron los dobleces, se acabó la lectura entre líneas, se acabó la suposición y se acabaron las historias.
Yo ya no puedo más.
Éste es el regalo que me hace la vida por mi cumpleaños: la verdad.
Mucho me quejo siempre pero creo que será el mejor.
En fin... me queda trabajo por delante... días duros, seguramente. Pero... después de todo, estaré bien :)
Desconectaré un tiempito, que nadie se alarme! Estaré bien.
Volveré cuando tenga cosas nuevas que contar. Cuando se me llenen los pulmones de oxígeno, cuando se me sequen las lágrimas que ahora se me caen.
Volveré cuando todo recobre su sentido y me deje de doler el lado izquierdo del pecho... el del corazón, dicen.
Volveré fuerte.
Lo prometo.




1 comentario:

Anónimo dijo...

please please come back and sing to me, come on and sing it out now now! in my place were lines that i couldn't change...