lunes, 8 de febrero de 2010

Olvídate de mi...






Creo que no voy a bailar este tango.
Tengo los pies cansados... y perdería tantísima gracia la cosa...
Tú báilate lo que te de la gana... que no sé si me quedaré a mirarte o me volveré a por la chaqueta y me iré.
(...)
Pero es que no me apetece seguir intentando convencerte de lo buena que soy.
(...)
Hay cosas que nadie debería intentar explicar.
Y yo me pasé mucho tiempo hablando de más, sin hablar; intentando acallar los ecos de cuantos terceros hablaron por ti y de cuantos cuartos lo hicieron por mi.
Y en este tiempo, que tanto me ha cambiado la vida, quise creerme las señales, quise leer entre líneas... quise pensar menos y actuar más.
Quise tanto para mi que a lo mejor no fui capaz de ver(lo).
(...)
Y sé que seguiré viendo luces a tu alrededor y miles de señales que te apuntarán estés donde estés y hará que dejes de pasar desapercibida.
(...)
Y te darás la vuelta y yo estaré. Ya no importará qué canción esté sonando.
Porque nos daremos la vuelta, con recelo, nos morderemos los labios y diremos "otra vez...".
A la par, dalo por hecho, al unísono.
Y volverá esa espiral.
Otra vez...
Otra vez más.


Maldita Clementine...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

A cuántas personas nos habríamos borrado de la memoria si se pudiese?

Anónimo dijo...

Yo? Yo no borraría a nadie.
Siempre tuve eso claro.
:)
Como decía Antonio Orozco, estoy hecho de pedacitos de ti... y de ti, y de ti... y de aquel, y de aquella... no seríamos nosotros mismos.
A veces, más que borrar, con hacer un reset todo vuelve a la normalidad ;)

SuTiLeZe dijo...

Yo tampoco :)
Yo me quedo como estoy eh!!!
Entera ;P

Anónimo dijo...

Entera no estás, Pam jajajajajajaja te dejaste tu otra mitad en yo no sé dónde y ahora hay media Tamarita por ahí dando saltos y mariposeando jajajajajajajaja