Esa extraña necesidad de quererlo todo a cualquier precio. Esa línea tan pequeñita en la que nos confundimos las manos sin saber a quién tocar primero.
Yo, de haberlo sabido, no hubiese escrito tantas noches en vela en el reverso de las palabras. Para qué... nunca las guardas.
Seguramente hubiese olvidado las llaves de casa en el último bar en el que intenté dejar que te quedaras.
A mi nunca me importa dormir en el coche.
De haberlo sabido más que andar hubiese corrido. Y pasar por tu casa sin mirar a los lados por si decides asomarte a la ventana... o saltarme un semáforo, y quedarme, siempre, con las ganas.
De haberlo sabido, aquella segunda copa que compartiste conmigo... aquel vaivén de mariposas que se me clavó en la espalda... "de haberlo sabido, me hubiera ido sin decirte nada".
Pero qué razón llevan tus palabras cuando me sentencian en silencio.
A mi me faltan razones para entender que de donde no hay, nadie saca nada.
De haberlo sabido... cada palabra, cada instante, cada paso que diste a mi espalda...
De haberlo sabido, cuántos versos se hubiesen roto por el camino... sin saber adónde nadan.
De haberlo sabido...
1 comentario:
O estoy algo más corta de lo normal o algo no sé, jum...
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