lunes, 3 de mayo de 2010

Immortality

Nunca he hablado de ti por aquí. Hoy me enfrento a ese concepto, no sé si con más o menos miedo... tal vez, con mucho respeto, como siempre.
Pero lo cierto es que fuíste la primera; la que le dió cuerda al reloj y desde entonces no se ha parado ni un segundo.
Éramos dos niñas aprendiendo a jugar.
Escapándonos de ideas y juicios! Sobrevolando los tejados de Granada cada vez que nos asomábamos a tu balcón a ver caer la lluvia.
Siempre odiamos los paraguas.
Siempre amamos la música.
Y hoy, casi como caída del cielo, esa pequeña señal detrás de la luna que me hace pensar. Y acordarme de ti.
Una canción que me ha desmontado después de... cuánto?... quince años?... Más o menos, sí.
No suelo hablar de ti. A lo mejor lo sabes. Pero me cuesta buscar en ese cajón tu mirada y verla de frente. Me puede el dolor, todavía.
Y es tan curioso... porque este mes... este mes de mayo, siempre extraño, vuelve a tirarme de las orejas.
Y a veces me gustaría tanto poder volver atrás... y sentarme en tu cama y escuchar a los Doors, a Nirvana, a los Héroes... escuchar tu saxofón, que ni te imaginas cuánto lo echo de menos cada noche a las tres menos cuarto.
A las putas tres.
Ni te imaginas lo fácil que sería todo.
Me cambiaste la vida. Me hiciste tú. Me hicieron tus palabras; la niña pequeña creció perdiéndote. Era el precio a pagar.
Y tú me decías siempre "nunca es suficiente". Y yo no lo entendía y te sonreía y fruncias el ceño y te enfadabas... porque siempre fui más niña que tú.
Y ahora sé, con tanta certeza que da hasta miedo, que de las grandes derrotas nacen pequeños perdedores.
Yo perdí la primera batalla.
Te perdí a ti como nunca jamás he perdido a nadie.
Y me lo perdono cada día.
Por las noches me cuesta más...
Pero, en fin, la máxima de la semana... y es que es lo que hay.
Después de todo y de que ya no estás sólo me queda echar(te) de menos. Y agradecer(te) la lección. De vida.

Hoy va por ti. Como casi siempre aunque eso sólo lo sé yo.


No hay comentarios: