El puzzle

Di dos pasos de ciego. De ciega, más bien.
Dos pasos de los que se dan a las dos de la mañana en una calle oscura sin gente.
Qué mejor manera de morirse por dentro sin que nadie te vea.
Eran las dos? O las tres menos algo, no recuerdo bien. Pero hacía frío. Y olía a naranja.
Iba contando mis pasos, de impar en impar... Ni te imaginas cuántas cosas se pueden pensar en el paso de en medio.
Y una sensación intensa dibujaba mi silueta algo confusa. Y el caso es que yo nunca dejo de andar. Siento como que pierdo el tiempo.
Ya ves, mis cosas.
Yo no paro y tú no arrancas. Podría ser el título de alguna peli de taquilla independiente; guión tengo yo, pa rato.
Siento que libro una batalla constante contra no sé qué, o quién, o "qués" o quiénes... pero me siento como en lucha.
Como a la deriva en un mar inmenso y azul con hambre de naufragios.
(Cuánto darían los guionistas de Lost por saber dónde está esa puta playa... )
Siento que pongo lo mejor de mi en cada metro que recorro nadando sin cesar, sin saber adónde me lleva toda esta locura.
Siento que me dejo la piel bajo el sol de este invierno que no termina de calentarme los pies.
Las manos me arden. Y a veces también el corazón.
"Amores ausentes", como diría una gran amiga mía.
Siento y sé que no hay nada mejor que yo para curarte la vida. Ése es mi motor.
Y me muevo silenciosa, tranquila y casi confiada a la destrucción. Masiva. Otra vez el placaje mortal.
Y me parto los dientes cada vez que te sonrío.
Y se me rompen los esquemas, y se me gasta la saliva cuando sé que vas a hablar.
Y desmonto el puzzle.
Y mientras tú compartes tu almohada y tus momentos de luzdevelasycava, yo remuevo todas las piezas.
Las confundo, las mareo, las obligo a redimirse y alejarme un poco más de este pecado mortal
que supone sentir (y decir) ciertas cosas.
Tu cama ya está fría... pero a ti aún te quedan los pies calientes.
Yo sigo con mi puzzle; encajando piezas mareadas y confusas que vuelven a encontrar su lugar en el mismo sitio de siempre.
Vuelvo a ver tu cara en el fondo de la caja...
Pero aquí no hay libro de instrucciones
Y yo me recuerdo haciendo promesas para no hablar más de ti.
Y miro el puto puzzle. Casi completo.
Lo deshago y lo hago, una y otra vez... intentando encajarlo todo de mil maneras diferentes...
Pero el dibujo siempre es el mismo...
A falta de esas dos piezas.
Y no entiendo cómo todo puede llegar a ser tan jodidamente retorcido.
Tanto...
Tanto que a mi me termina por cansar.
(...)
No sé si gano o pierdo... Ni lo quiero saber.
Pero no voy a librar ninguna batalla más.


** Hoy no hay banda sonora. Me la han robao. **