jueves, 4 de marzo de 2010

Elephant

Me gustaría poder decir que hacemos bien las cosas... pero es que... no es así.
Siempre con el pasito por delante, con el pasito por detrás... Siempre midiéndonos los ritmos con el compás de todo lo que ha pasado antes.
Y estoy harta.
Cansada, más bien.
Esta vez cogí el coche con merecidas ganas de conducir... de llevarte todo lo lejos que necesitaras... de ponerte la misma canción una y otra vez
para que terminaras por entender que ese cd lo he grabado pensando en ti; todo el rato.
Pero tú no me miras a los ojos.
Y escuchas por encima las cosas que te digo, y las cosas que te pongo tan en bandeja... Voy a tener que perder mi paciencia.
Si no acabaré por creer que no merece la pena.
Y no pega decir "todo lo malo sea eso" cuando una lo que pierde es la ilusión...
Pero qué te voy a decir a ti que ya sabes lo que es el amor absoluto.
Qué suerte tienes... Yo no tengo ni puta idea.
Tú seguirás en esa azotea esperando que siga jugando esta partida de cartas, que tan absurda me parece en momentos como éste.
Desolación? O aburrimiento... No sé.
Des-ilusión.
Tan triste.
Creo que fue culpa mía... Desde pequeña, me dan miedo las alturas si no tengo quien me coja de la mano.
Y nunca me acuerdo de que las azoteas están llenas de gente cobarde.
Nunca termino de recordar qué cojones estoy haciendo aquí, ahora, así...
En este increíble momento de mi vida... por qué tú? por qué ahora?
Por qué estás tan clavada en mi... si tal vez seas quien menos se lo merece...
Si eres quien menos está para mi... si nunca, casi nunca, estás.
Y si estás... qué más da... Siempre habrá una boca más cercana que comerse.
Siempre habrá una eterna interrogante dibujando el espacio, en metros, que te separa normalmente de mi.
Y yo sólo entiendo de espirales, ya me conoces.
Pero... qué más da... Si tú sólo entiendes de momentos, si tanto que me cuadras en casualidades
al final parece que no terminas de rimarme.
Tú eres más de intentos; de causas que se pierden antes de empezar a lucharlas, porque lo sabes.
Y es porque lo sabes por lo que yo desespero.
Porque lo sabes.
Como lo sé yo.
Pero si éste es tu juego... Yo no termino de entender las reglas.
No entraba en el guión que se me calara el coche... No entraba en el guión que tú jugases esta mano con las blancas.
Y como huelo a desventaja, no me dejo... no me dejo estar.
Sigo teniendo cierto vértigo.
Y no soy yo la que siempre mira abajo.
Ésa eres tú, experta en azoteas.
En azoteas y en cómo estrellarme las ganas de besarte cuando tú te besas con otras y yo lo veo.
Ésa es una de tus especialidades.
Ésa y la de desmontarme las sonrisas cuando te da la gana.
Así que si este es tu juego, pequeña, las reglas no terminan de convencerme.
A lo mejor... sólo a lo mejor... es la gran señal, la casualidad de mi vida, y es que no debo jugar esta partida.
Todo o nada.
Al mejor postor, claro, como siempre.


1 comentario:

Anónimo dijo...

This has got to die... This has got to stop... This has got to lie down...
Qué bonita es... no la conocía.
Y el texto... ya sabes, intenso, como todo lo que haces.
Benditas manos.
R.

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