martes, 15 de junio de 2010

En dirección contraria






Alguien decía que lo esencial se hacía invisible a los ojos...
Yo me sigo preguntando por qué queda en el mundo tanta ceguera aún.
Quizá no tengamos el cuerpo, la mente, los ojos, el alma, ... los labios preparados aún para ser besados, de verdad.
Quizá se confunden las formas, se emborronan las distancias y se distorsionan las palabras.
Quizá sólo es cuestión de entender que hay quien no entiende.
Aceptar lo que otros han aceptado por ti, aunque te queden grandes ciertos verbos en la boca.
Quizá sólo es cuestión de que no es.
Pero... Ahora qué hago yo con todo lo que ya hay hecho? Ahora quién es el listo que rebobina el capítulo? Ahora dónde me guardo yo esos aviones de papel que nunca tiré por la ventana?
Esto no está bien escrito, qué va. A mi no me la pegan esta vez. A esta historia le faltan capitulos porque yo no termino de entender dónde empieza y dónde acaba... O si empieza, o si acaba...
Y mientras todo esto pasa -o no- yo sigo sentada, resolviéndome en cuatro palabras situadas en el centro injusto de algún que otro momento.
Y no hay más estrella polar en el cielo que la imagen que guardo de ti sonriendo.
Y vuelvo a buscar el borrón... la página que falta. Y no la encuentro.
Y desespero entre fascículos irreversibles y puntos suspensivos... de los que se confunden, a veces, con el pie de página.
Y no sale el sol... Y cuando sale tan sólo me apetece huir. Y últimamente, no sé qué pasa, siempre salgo en dirección contraria.
Y ahora cómo lo ordeno? cómo lo entiendo?.
Qué más dará...
Mi nombre nunca será capicuo.




2 comentarios:

GusiluzAzuL dijo...

Creo, simplemente creo, que tienes que relajarte un poco. Deja de pensarlo todo y limítate a sentir, que es lo que siempre se te ha dado tan bien. No entiendo por qué te bloqueas... estás totalmente emparedada en paranoias absurdas y miedos. Cariño, tú eres la que me dice a mi que la vida es lo que pasa mientras deshojamos margaritas y contamos los pasos de impar en impar.
Deja de medir huecos y respira hondo... Sal del escondite ese de fracaso sentimental en el que te resguardas y da la cara, que para eso te la dieron bonita. Que no hay un sólo mal que por un bien no venga. Pasitos, el puente que cruza de un sitio a otro... las casualidades que hubo, las que hay y las que te quedan por conocer. Sal de donde estés y al menos inténtalo.
Sé feliz, vida, porque eso sí que es algo que nadie más podrá hacer por ti.
Mañana nos vemos :)

SuTiLeZe dijo...

Joder... no había leído este comentario y estoy emocionada :,)

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