miércoles, 23 de junio de 2010

No sé qué pasa últimamente... sueño mucho. Lo sueño todo. Tanto, tanto, tanto que a veces no sé cuándo estoy realmente despierta.
Me cuesta distinguir. Estoy perdiendo la cabeza.
No tenía suficiente con verte, saberte y entenderte en los labios de otra... también tenía que soñarlo... pero estas cosas son las que no te cuento. Ya ves.
Y no sé qué pasa... que me gustaría tanto dejar(te) atrás que no consigo avanzar, estancada en esa maldita idea de tener lo que no me corresponde.
Quiero y no puedo. O tal vez puedo y no quiero y no termino de darme cuenta.
Mierda.
No nací para ganar, ya lo sabes. Al menos, no contigo.
Se me quedan grandes las palabras. O pequeñas. Se me desmontan las frases por el camino siempre... Y no atino nunca con las miradas. A veces me da tanto miedo que sepas entendérmelas que prefiero no mirar(te). Huir, huir, huir...
Sólo sé lo que llevo dentro. El trajecito de niñaquepasadetodo ya me lo conoce mucha gente y hay quien se lo cree. A mi me encanta, no me queda mal del todo.
Pero...
Tú...
Pf...
Esto... "debe ser la luna, que ya está cargadita y los locos empiezan a aullar por los montes"... Aunque ya sabes que a mi no me importa volver a hacer el camino... cuesta arriba, cuesta abajo... tú estás a mi lado, qué más da.
Ni te imaginas la de versos que me como, la de pasos que retrocedo, la de escalones que salto sin saber dónde caeré tan sólo para no hacerte sentir incómoda... tan sólo por mantener mi sitio y conformarme con lo que me das, por poco que me parezca, a veces. O por muy grande que te venga a ti, también.
Mis amigos, esos duendecillos tan escasos y tan preciados, me dicen que tengo paciencia de santo... se sorprenden al verme así, aquí. Me sonríen, atristados, me dan una palmadita en la espalda y siguen con sus vidas.
Y entiendo que este marrón de sentirloquenosedebe es sólo mío.
Y te juro que no sé por dónde empezar. Ni cómo. No tengo idea de cómo hacer para pasar de esto; para obviarlo todo y cambiarme la perspectiva.
A lo mejor sólo tengo que irme. Pero de verdad. A lo mejor tengo que dejar de decirlo y hacerlo. A lo mejor es eso.
No lo sé.
Habrá que intentarlo.
Habrá que quererlo.
No sé cómo, ni cuándo, y mucho menos por qué.
Yo soy de corazón, ya lo sabes... a ver quién se atreve a contradecirlo con el genio que tiene...
No sé si quiero ver el resultado.



Quiero dormir... dormir... dormir... y que cuando despierte todo haya sido un sueño más.

Por favor.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué huevos tienes!

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